domingo, 15 de julio de 2012

Cupcakes de cava con fresas y carrot cake

Quince días después de mi experiencia con el fondant casero estaba ansiosa por hornear nuevos cupcakes. ¿Pero qué receta? Había tantas que quería probar...
Así que en lugar de una elegí dos! Para variar de Alma. Cupcakes de cava con fresas, aunque he de decir que mis cupcakes eran de vino espumoso de Rueda con fresas que es el que consumimos en casa siempre (la tierra tira) y Alma usó frambuesas pero son más caras y más difíciles de encontrar; y cupcakes de carrot cake, siempre me gusta y sorprende a la vez el uso de la zanahoria en los postres.
Manos a la obra: ingredientes, dos masas, la mitad de la receta para hacer media docena de cada tipo, elegir cápsulas acorde con la receta ;-)...
Y tras los horneados resultó esto...



Los de cava tan blanquitos al lado de los morenitos de zanahoria verdad??? Los de cava los rellené de una mermelada casera de fresas, tal y como indica Alma corté las fresas en trocitos y con el azúcar a fuego lento... mmm, daban ganas de comérselo a cucharadas. Al lado de eso no quiero ninguna mermelada de fresas comprada!!!
Las fotos de los cupcakes de cava quedaron un poco borrosas. Para decorarlos teñí buttercream de fresa (con licorcito de fresa y cava, mmm) con colorante Claret de Sugarflair, poquito eché para mi gusto, quedó un rosa palo, y le coloqué unas florecitas de azúcar que había comprado en mi última visita a Madrid.
Para los cupcakes de carrot cake que llevan Cream Cheese Icing quería hacer algo especial. Así que busqué una receta de mazapán y me puse con ello. Almendra molida (tengo), azúcar glas (tengo, of course), agua (ejem) y colorantes (usé colorantes líquidos de la marca Vahiné). Amasé y amasé, coloreé y me puse manos a la obra a hacer mini zanahorias. Este es el resultado! Será muy sencillo pero estoy super orgullosa!
¿No son una monada? Otra foto más cerca:

Y aquí los dos para que veais cómo quedaron los de cava también!

De nuevo intenté hacer las rosas con el buttercream y salieron un poco churrillo.
Los embalé, una caja de cuatro para mi madre y mi hermano y otra de doce (aunque no iba completa) para mis compañeros de trabajo.

Gustaron bastante y me animaron a que pusiera una hucha al lado para recaudar y recuperar un poquito de mi inversión, que todo sea dicho, ha sido importante para empezar.

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