Feliz Año 2013! ¿Cómo lleváis las comilonas y las resacas? Imagino que bien,
que sarna con gusto no pica...
Quiero enseñaros el postre con el que despedimos el año. Llevaba semanas con
una idea en la cabeza y quise llevarla a la práctica el último día del año.
¿Que por qué el título de la entrada? Porque me puse a pensar que eran unos
cupcakes sin nombre, así que había que buscarles uno...
Mi idea era llamarlos Cupcakes Roscón de Reyes, pero si son cupcakes no son
roscón, y si los hago en Nochevieja no son de Reyes no???
Así que realmente deberían llamarse Cupcakes de Nochevieja...
Y direis, ¿a qué saben los cupcakes de Nochevieja? Pues...
a roscón de Reyes, jajajaja. Sí, llevan agua de azahar y frutas confitadas
(naranja, limón y guindas), y además van rellenos de nata montada.
Algo que corregir: no poner la guinda antes de hornear. La naranja y el limón
aguantaron el tipo porque eran cachos pequeñitos pero la guinda se hundió
irremediablemente en la masa durante el horneado, pero mira así tenían
sorpresa (otra cosa en común con el roscón de Reyes, a ver si al final les cambio
de nombre...)
Los vestí de gala con las cápsulas doradas de Casa y recorté unas letras de
Fondant a juego.
La verdad es que nos han encantado así que los repetiré seguro. Pero claro, si
cuando los haga ya no es Nochevieja... ¿Cómo los llamo? Qué dilema!
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