Pantera rosa XXL

Este fin de semana ha sido el cumple de mi maridín. 33 ni más ni menos! Ay! Nos hacemos mayores... y pensé en preparar para la celebración con nuestros amigos una tarta especial, una diferente y que nos llevara a nuestra infancia para llevar nuestros años mejor, jeje.
Así que recreé otro de los bollitos que comíamos de pequeños junto con los Círculo rojo que preparé hace unas semanas.

Comencé con un bizcocho genovés super esponjoso con un toque de vainilla. Lo rellené con una deliciosa nata montada y para rematarlo intenté recrear una cobertura lo más parecida posible a la original. No quería un simple chocolate blanco teñido de rosa, quería más sabor.

 

Mezclé chocolate blanco derretido con un poco de nata para aligerar la mezcla y le añadí unas cucharaditas de gelatina de fresa. Esto le dio sabor y más consistencia al enfriar aunque no todo el color que yo esperaba, así que tuve que añadir colorante rosa... La textura era demasiado consistente como para que la cobertura quedara lisa, así que me tocó hacer malabarismos y agudizar mi ingenio para intentar dejarla lo más decente posible. Salvando algunas burbujitas estoy satisfecha.

 

El resultado una tarta deliciosa, no me pareció nada empalagosa y mucho más sana que los bollitos saturados de mantequilla.

Corazón amargo

No os penséis que el título del post es porque sufra de desamor (nada de eso!!!) Es que este San Valentín he preparado algo diferente, nada de corazones rojos, no señor!
Vi este pund cake en el blog I love bundt cakes y me enamoré así que era perfecto para este día. Una combinación deliciosa: chocolate y naranja amarga. Así que aquí lo tenéis,  en el molde de Ikea tan momo que compré en Navidades.

 

Puro amor y saboooooor. Es una masa contundente así que la dosifiqué con la cuchara de helado y la extendí con la espátula,  unas cucharaditas de mermelada de naranja amarga en el centro y más masa de chocolate! Un cake apretado que se deshace en la boca, con un intenso sabor a cacao y el amargor de la naranja. 

 

Y como había masa de sobra unos en formato individual, perfectos para tomar en este día amoroso con un café con leche calentito. Veis como asoma la mermelada??? Ñam!

 

Ya sea acompañados o no que paséis un día estupendo y muy dulce! Y que se prolongue por mucho tiempo! ;-)

Comida de ángeles … de chocolate!!!

Qué ganas tenía de probar esta receta. Ya había preparado uno blanco y la verdad que no os lo enseñé porque me parecía que me había quedado feo! Pero lo cierto es que es así, que de qué estoy hablando? Pues de los Angel Food Cakes. Así se llaman, comida de ángeles, por lo esponjosos y ligeros que son.

Sólo llevan claras y nada de grasa. Se hornean en un molde especial y, lo más curioso de todo, se enfrían boca abajo. Dicen los expertos que el motivo es que si se hace de otra forma las proteínas de las claras al enfriarse se encogerían y el resultado sería desastroso.

Al Angel Food Cake básico le da el sabor el aroma o extracto que le añadamos. Yo lo preparé con aroma de almendra, no calculé bien y me pasé un poquito. En cambio éste se adereza con cacao en polvo amargo.

Llegado el momento de la cata deciros que es un bizcocho húmedo que se derrite en la boca, delicioso, nada empalagoso aunque para la próxima paso del chocolate blanco!!!

Bollitos Círculo Rojo

Ayyy, qué recuerdos de mi infancia! Cuando éramos pequeños mi madre siempre nos daba de merendar un bocata, pero de vez en cuando nos daba un caprichín y a mí me encantaban unos bollitos rellenos de crema de cacao, los Círculo Rojo, no sé si os acordaréis, creo que aún siguen existiendo! Mi hermano era más de Pantera Rosa, jajajajaja.

Como vi de oferta una bandeja de horneado con la forma de los bollitos allá que fue, a mi carrito de la compra. Vaya chasco me llevé cuando me di cuenta de que no entraba en mi horno. Pero esto qué eeeees?, pensé, menos mal que mi hermano es muy apañao y me la arregló para que pudiese hornear estos deliciosos bollitos.

La receta es de Sandra, de La receta de la felicidad, y los rellené de crema de avellanas, tal y como van los originales, con tres puntos en la parte de abajo. La variación a la receta de Sandra fue que añadí levadura para que quedasen esponjosos ya que ella ya lo avisaba. Bueno, bueno, bueno, qué delicia! Y qué recuerdos! Pensé en mojarlos ligeramente con un almíbar porque los recuerdo bastante húmedos, pero como iban a viajar y sabía que acabarían mojados en el café los dejé tal cual y estaban buenísimos.

Como sugerencia me han pedido que para la próxima vayan rellenos de mermelada de fresa. A vosotros qué os parece? Yo soy más de chocolate en vena!!!!